A nivel personal, el primer aprendizaje para el desarrollo humano y el fortalecimiento de las competencias laborales que me parece fundamental y crítica, es el reconocimiento emocional y la gestión de los estados de ánimo. Esta competencia incluye la capacidad de reconocer las emociones que estoy experimentando, el estado emocional que genero a partir de estas emociones, y en consecuencia las posibilidades de reflexión, comunicación y acción que me permiten.

¿Por qué? Porque desde aquí yo puedo reflexionar, comunicar y actuar, dado a que tengo conciencia de la emoción y del estado de ánimo que sostengo, y evaluar si ese estado es o no coherente, consistente con lo que quiero o necesito hacer. Y, de no ser así, puedo diseñar acciones que me permitan cambiar este estado emocional y por tanto modificar mi capacidad de reflexión, comunicación y acción.

Me refiero por tanto a la oportunidad de tener a mano la necesaria inteligencia contextual frente al sentido de propósito de lo que se quiere o se necesita hacer en este momento y en este contexto.

Vale decir, como yo aprendo a autorregularme. Como ejemplo, si yo estoy enojado por una situación anterior que me ha ocurrido hoy la mañana, muy justificada por cierto, y vengo enojado a escribir estas reflexiones, ¿qué pasaría? Muy probablemente estas reflexiones serían desde el enojo, serían sin posibilidades de poder escuchar, serían sin posibilidades de generar una reflexión meridianamente pertinente y por tanto, de comunicar de una manera adecuada. Por esto, el reconocimiento emocional, la gestión de los estados de ánimo, es uno de los primeros aprendizajes que a nivel de persona, se debe tener en cuenta, más aún en un mundo donde el respeto a la dignidad de las personas y la capacidad de escucha se vuelve cada vez más importante.

El segundo aprendizaje que me parece fundamental en este mundo acelerado de transformación es la competencia de “aprender a aprender”, que también es una competencia compleja, tal como la anterior. Y digo compleja porque requiere de poner en cuestionamiento lo que hasta ahora hemos sido, lo que hasta ahora hemos hecho, vale decir de poner en remojo esta percepción de “ser un ente fijo”, con una esencia fija, que hace las cosas en coherencia con esta conclusión rígida que nos hemos ido construyendo de nosotros mismos.

Esto lo comento desde el sentido que, muy probablemente, en este contexto, entorno en el cual nos encontramos, tenemos que desaprender muchas cosas ¿para qué? para de esta forma aprender de nuevo. ¿A qué me refiero con esto? Si parafraseo a Benedetti, la situación en la que nos encontramos es que, hoy por hoy, creíamos tener todas las respuestas ¿y qué nos pasó? el entorno nos cambió las preguntas.

Ahora, esta competencia de aprender a aprender incluye también, por cierto, la capacidad de escuchar fuera de la concepción del mundo con la cual nos contamos y sostenemos, y ojo, potencialmente esta escucha pueden no ser agradable para nosotros, debido a que puede ser fuera de nuestro marco interpretativo, fuera de nuestra experiencia, fuera de nuestro marco ideológico de concepción del mundo. Fundamentalmente el aprendizaje, muchas veces comienza desde el tener conciencia de que “no sé, que no sé”, vale decir, “soy ciego”, algo muy diferente a la ignorancia, en donde, sé que no sé.

Sobre el autor

André Ensignia E. Es el Director del Centro de Desarrollo Humano & Competencias Laborales de Santo Tomás Educación Continua. Profesional con más de 20 años de experiencia laboral fundamentalmente en gestión y desarrollo de personas, en el desarrollo de competencias laborales, en procesos participativos para la generación de valor organizacional y en medición – gestión de ambientes laborales y factores psicosociales. Ha ejercido funciones profesionales, de representación y directivas en diversas instituciones públicas y universitarias. Amplia experiencia académica tanto en pre y post grado en diversas Universidades.

Doctor en Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid, España. Magister en Gerencia y Políticas Públicas de la Universidad Adolfo Ibáñez. Diplomado en Toma de Decisiones Complejas en Organizaciones Públicas y Privadas de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Diplomado en Gestión de Personas en el Sector Público por Universidad Alberto Hurtado - University of Notre Dame, Mendoza College of Bussines, Diplomado en Coaching Organizacional de la Universidad de Barcelona, España. Psicólogo de la Universidad Academia Humanismo Cristiano.

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